La habilidad del niño para pensar, para establecer relaciones y desarrollar al máximo su potencial está directamente relacionada con el efecto de una buena salud, una buena nutrición, una estimulación apropiada y la interacción con los demás. Numerosas investigaciones sobre el tema han demostrado la importancia del desarrollo temprano del cerebro y la necesidad de una buena salud y nutrición. Los beneficios del Desarrollo Infantil Temprano fomentan una mayor equidad social, aumentan la eficacia de otras inversiones y responden a las necesidades de las madres en tanto ayudan a sus hijos. En definitiva, estos programas son una gran herramienta que ayuda a romper con el ciclo intergeneracional de la pobreza y que tiene beneficios económicos significativos.
Los siguientes beneficios han sido relacionados con las intervenciones integradas en la infancia temprana:
Mejoras en la nutrición y salud
Mejoras en el desarrollo cognitivo y en los logros escolares
Mayor inscripción escolar
Menos repitencia y deserción escolar
Ayuda a los que están en situación de desventaja y reducción de la desigualdad social.
Genera retornos a la comunidad creando fuentes de trabajo, en especial para las mujeres, y reforzando el respeto por los valores culturales y las tradiciones.
Tasa de retorno positiva en la inversión del capital humano, ya que las inversiones tempranas producen un retorno más alto cuando se tratan de medidas preventivas en comparación con las medidas/acciones correctivas posteriores.
miércoles, 10 de junio de 2009
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